viernes, 22 de mayo de 2009

“El diseño sirve para que la gente viva mejor”

El argentino Ronald Shakespear y sus creaciones en espacios públicos
Tiene cincuenta años de trayectoria, infinidad de trabajos en las calles y un libro que acaba de aparecer. Por Roka Valbuena

Ronald Shakespear, el diseñador argentino, se dejó una barba abundante y cada vez se acerca más al otro, a William Shakespeare: ahora los distancian únicamente cuatro siglos y una sola letra en el apellido. Al dramaturgo le sobra una “e”. Pero cada uno desde su apellido transmite sabiduría. Y, en el caso de Ronald, sus saberes en el diseño cumplieron cincuenta años en 2009.

Hace medio siglo este
Shakespear nacido en Rosario, pionero de pipa en la boca, fundó Diseño Shakespear junto a su hermano Raúl y empezó un negocio que pintaba para llenarse de humo negro. Los ciudadanos de aquel entonces no tenían la costumbre de arreglarse la vida con diseñadores profesionales. Pero apareció esta dupla y se abrió camino a punta de logos y, sobre todo, a punta de grandes proyectos de escala urbana. Hoy los megaproyectos más renombrados de Diseño Shakespear cubren todo Buenos Aires. Por ejemplo la señalización de las Autopistas del Sol, del Tren de la Costa, de los hospitales municipales, el zoo Temaiken y la del subte. Usted quizás no lo sabe, pero cuando toma una línea colorida está eligiendo un diseño firmado por Ronald Shakespear. La inspiración de este rosarino determinó que el color es el mejor reconocimiento para una ruta. Verde para la línea D, dice la gente. Rojo para la B, dice la gente. Y así la gente construye su mapa. Por todas estas cosas el hombre se transformó en una eminencia.

–Nuestro trabajo es potenciar lo intangible –dice este diseñador a quien la editorial Paidós acaba de reeditar Señal de diseño. Memoria de la práctica, la recopilación gráfica de sus trabajos y sus reflexiones.

En el libro se aprecian tanto sus proyectos como sus pensamientos que siempre acompaña con alguna anécdota o la frase justa de un artista mundial. Se pueden ver, por ejemplo, algunos de los cerca de mil seiscientos logos a los que ha dado forma su empresa. Entre ellos los del Banco Galicia, Lowe, e incluso la reconstitución del escudo de Boca Juniors. En el libro, el diseñador mexicano que escribió el prólogo, no se pudo contener: en la página 25 lo llama “el profeta”.

–Lo de “profeta”–dice
Shakespear– es una exageración dictada seguramente por el afecto. Los profetas de la imagen son Leonardo, Avedon, Fukuda, Werner Herzog, Bergman y miles más.

La fama lo llevó de paseo por el planeta. Dictó charlas en veintiséis ciudades del mundo. Ha cruzado Canadá, Estados Unidos y América Latina dando lecciones con un micrófono. Eso todavía lo llena de asombro: este
Shakespear contemporáneo de casi setenta años no comprende que le paguen por hablar. Y aquí, de hecho, otra vez le habla de forma gratuita a Crítica de la Argentina:

–En el contrato social, el diseño media entre el emisor y la gente. Y esa mediación debe ser de carácter ético y respetuoso con ambas partes. Eso significa tiempo y esfuerzo. Duro trabajo. Pero es fundamental entender que es un trabajo entre todos. El comunicador no es una estrella, es un sastre.

–¿Sus obras son fundacionales dentro de la disciplina?
–Debo suponer que quienes hablan de obras fundacionales se refieren a nuestros megaproyectos –y entonces, metódico, enumera sus grandes trabajos con fecha de fábrica. Y, al respecto, no dice más. Para este diseñador sus mejores respuestas se encuentran sembradas en toda la ciudad.

Retrato de Ronald Shakespear
Foto: www.robertlpeters.com

EL MEGA RONALD. Renovador de la ciudad, hoy en Buenos Aires este hombre se parece a Dios: tiene barba encanecida y está en todas partes. Prácticamente en cada esquina usted se topará con una señal del todopoderoso Ronald Shakespear, fijada con un color meditado.

–Cuando camina por la ciudad, ¿no se siente presente en todas partes?
–Buenos Aires es una ciudad hermosa –dice
Ronald con su costumbre de responder a través de un camino alternativo–. Soy un rosarino en el exilio y camino las ciudades de mi país con alegría y pena al mismo tiempo. El mantenimiento en la Argentina es aún materia pendiente y es doloroso ver cómo las señales públicas se degradan paulatinamente, sin prisa y sin pausa.

Sus megaproyectos constituyen, según dice, obras épicas que tienen, como factor fundamental, el orden. Y son, naturalmente, su modo de mirar el oficio. “¿Cuáles son sus sellos como diseñador?”, se le pregunta. Y él otra vez optará por una respuesta curva en que, de algún modo, envolverá una reflexión diciendo que no tiene un sello, o bien, que su sello es la gente.
Shakespear cree que lo que más importa al pensar un diseño es la gente. A continuación, una de las máximas más populares de Ronald Shakespear: “Si el diseño no sirve para que la gente viva mejor, entonces no sirve para nada”.

“El espacio público es de la gente”, dice el llamado profeta del diseño.
Shakespear asume que su contribución es modesta porque la gente, como un colectivo, es la que le da las instrucciones. Por la gente, los Shakespear –porque debemos incluir a los familiares asociados en esta fábrica– acordaron que el Subterráneo Metropolitano tuviese un cartel acotado llamado Subte. Por el modo de hablar de la gente el Club Atlético Boca Juniors se rediseñó, Shakespear mediante, como Boca.

–La gente lo dice todo, sólo debemos aprender a escucharla –declara este demócrata del diseño que piensa que su oreja es su mejor arma.
Ronald Shakespear piensa que el futuro, tanto en el diseño como en todo, depende del hombre. No de la tecnología. Piensa, de hecho, que el hombre quizás no ha llegado a la Luna. Imagina que todo puede ser parte de la ingeniería de la simulación. Y termina diciendo esta profecía: “Es posible que las herramientas tecnológicas ayuden al planeta, pero antes es necesario activar la voluntad del hombre”.

Es el profeta del espacio público que ahora toma sus maletas y, como siempre, otra vez parte a predicar por el mundo. Acá respiramos: el sabio
Shakespear sin “e” vive y es argentino.

Vía: Criticadigital.com

1 comentario: